%20(1).png)
Piedra
La corteza de nuestro planeta es de piedra.
Las montañas, el suelo, las rocas y el fondo de los mares están hechos de piedra que ha pasado por muchos procesos desde la formación de la tierra a partir de una nube estelar de polvo, gas y plasma hace 4,568 millones de años.
Las piedras deben su color, dureza, tenacidad y otras características a su origen y a los minerales que las forman.
_MGM_jpg_JPG.jpg)
Origen
Llamamos rocas ígneas a las que se formaron con el calor del núcleo de la tierra. Son magma o lava, roca fundida, que se enfrió y se hizo sólida, y son las más abundantes en la corteza terrestre. En Dilao, puedes ver esculturas de recinto, obsidiana, tezontle y basalto, que son rocas ígneas.
Las rocas también se desgastan y se acumulan a lo largo de miles de años para formar nuevas rocas, que llamamos sedimentarias, porque están hechas por los sedimentos de otras rocas. El travertino y la caliza son ejemplos de rocas sedimentarias que encontrarás aquí.
Cuando una roca pasa por un nuevo proceso de calor y presión que la transforma, el tipo de roca que resulta la clasificamos como metamórfica. El mármol, granito, jaspe, breccia y jade son rocas metamórficas que verás en Dilao.
Existe un cuarto tipo de roca según su origen: las que caen del espacio a la Tierra en forma de meteoritos, que forman tectitas al mezclarse a altas temperaturas con minerales terrestres. Tenemos algunos en nuestra colección de rocas, pero todavía ninguno que forme parte de una escultura.
Minerales
Los elementos más abundantes en nuestro planeta que forman rocas son el oxígeno y el silicio. Al combinarse, forman óxidos de silicio o silicatos, que constituyen el noventa por ciento de la corteza terrestre, muchas veces en combinación con otros minerales.
Los silicatos más frecuentes en las rocas son los feldespatos, los cuarzos, los olivinos, los piroxenos, los anfíboles, los granitos y las micas. Los diferentes granitos, la serpentina y el cuarzo que puedes ver en Dilao son formaciones minerales de sílice. Otros elementos abundantes en la superficie de nuestro planeta son el aluminio, el fierro, calcio, el magnesio, el sodio, potasio, titanio, y fósforo, todos los cuales se oxidan para formar distintos tipos de minerales.
El resto de los elementos de la corteza terrestre están presentes en cantidades de menos del uno por ciento. Los minerales de la corteza terrestre que no se forman a base de silicio se denominan no-silicatos, y pueden ser elementos nativos en estado puro, que son sumamente raros, como el cobre, el oro o la plata; los sulfuros, que son combinaciones de azufre de química y estructura muy variadas y forman gran número de minerales diferentes a pesar de que el azufre no sea un elemento tan abundante.
Los sulfuros suelen ser blandos y muchos se disuelven fácilmente en agua; estos minerales disueltos se pueden después volver a depositar, lo que crea yacimientos de rocas sedimentarias. Ejemplos de sulfuros son la pirita y el cinabrio.
Los haluros son minerales que contienen óxidos de flúor, cloro, yodo o bromo, un ejemplo de ellos es la sal de mesa.
Los carbonatos contienen como elemento principal carbono y oxígeno. Tienden a ser frágiles, muchos tienen exfoliación romboédrica, y todos reaccionan con ácido, por lo que los geólogos de campo a menudo llevan ácido clorhídrico diluido para distinguir los carbonatos de los no-carbonatos. El mineral de carbonato más común es la calcita, que es el componente principal de las rocas sedimentarias calizas y del mármol metamórfico. El mismo material forma los cascarones de huevo y las conchas de mar.
Los sulfatos se forman por la evaporación de las aguas salinas, pero también se pueden encontrar en los sistemas de vetas hidrotermales o como productos de oxidación de sulfuros. El ejemplo más abundante es el yeso. Finalmente, los fosfatos son un grupo diverso que se forma a partir de un óxido de fósforo. La turquesa es un tipo de fosfato.
Los cerros de Tepoztlán, que pertenecen a la sierra del Chichinautzin, están formados por andesitas y basaltos, rocas de origen volcánico que empezaron a depositarse hace 20 mil años. Después, fueron transformadas por movimientos tectónicos que rompieron y separaron las rocas y, sobre esto, nuevamente cayó lava de otros volcanes. El viento y el agua también han erosionado las piedras y cambiado su forma.
México es un país con una enorme variedad de piedras, que se extraen en canteras y se cortan con grandes máquinas para usar en la construcción en todo el mundo.