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Pomelos en el árbol en Dilao Tepoztlán

Cítricos

Hace una decena de millones de años, una planta de la familia de la ruda, originaria de la región al sureste de los montes Himalayas, se diversificó de forma natural durante un periodo de cambio climático y dio lugar a varios géneros y especies distintos, que a su vez son los ancestros de las numerosas variedades de cítricos que hoy en día se consumen en todo el mundo. 

Naranjas en Dilao campo escultórico Tepoztlán.
Arbol de limas, en Dilao campo escultórico Tepoztlán.

Cultivados en sus regiones nativas, los cítricos acompañaron a los seres humanos en las migraciones que partieron desde Taiwán para poblar las islas de Austronesia hace 3500 años. Más tarde, se propagaron siguiendo las rutas de comercio desde el sudeste de Asia y la India hacia Persia, el Levante y las islas del Mediterráneo, y a través de rutas marítimas hacia la Península Arábiga, Egipto y el norte de África. Entraron a Europa llevadas por comerciantes árabes y más tarde por genoveses y portugueses, y finalmente llegaron al continente americano con la colonización española. Morelos tuvo, durante la colonia, miles de huertos de cítricos que surtían la demanda de la Ciudad de México. El escritor Manuel Altamirano narra en su novela El Zarco que en 1854, Yautepec poseía más de medio millón de árboles de limón y naranja. Con la llegada del Ferrocarril a Veracruz en 1873 fue esta entidad la que abasteció a la capital, y los huertos morelenses decayeron.

Logotipo de Dilao campo escultórico en Tepoztlán.

Estas plantas con flores y frutos aromáticos tienen gran facilidad tanto para crear híbridos o mezclas como para reproducirse asexualmente mediante apomixis, un proceso natural donde las semillas producen plantas hijas que son idénticas genéticamente a la planta madre, por lo tanto, se prestan para crear variedades nuevas que después pueden reproducirse confiablemente. Cítricos como la naranja, la lima, el limón y la toronja, con todas sus variedades, son híbridos creados a partir de mezclas que favorecen ciertos rasgos agradables al ojo o al paladar. 

 

Entre las especies ancestrales que podrás ver en la Espiral de cítricos en Dilao, se encuentran:

Pomelo Citrus maxima en Dilao campo escultórico en Tepoztlán

Pomelo

Citrus maxima

Citrón Citrus medica en Dilao campo escultórico en Tepoztlán.

Citrón

Citrus medica

Mandarina Citrus reticulata en Dilao campo escultórico en Tepoztlán.

Mandarina

Citrus reticulata

Kumquat en Dilao campo escultórico Tepoztlán.

Kumquat

Citrus japonica

Citrus hystrix Lima kaffir en Dilao campo escultórico en Tepoztlán

Citrus hystrix

Lima kaffir

Los cítricos fueron valorados desde la antigüedad por su sabor y sus propiedades aromáticas y medicinales; también tienen valor simbólico en varias religiones: tanto hindús como budistas y judíos los incluyen en sus rituales. Fueron durante siglos el principal remedio contra el escorbuto, la enfermedad de los marineros, por su alto contenido de Vitamina C. 

 

La palabra Paraíso viene originalmente del persa y significa simplemente "huerto amurallado": un jardín que deja afuera las arenas del desierto e ingeniosamente reparte el agua preciosa. En Dilao, la pieza Espiral de cítricos, con la "Fuente Persa" en el centro, evoca los prodigios de irrigación de esta cultura y los huertos donde los visitantes caminaban en paseos elevados a la altura de las copas para tomar la fruta y disfrutar el aroma de las flores. 

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